jueves, 2 de octubre de 2014

La terrible mermelada Diet de Hero

Estaba embobado elaborando un estupendo trabajo sobre la maravillosa marca de cuadernos y agendas Moleskine cuando de golpe he caído en la cuenta que llevaba CUATRO DÍAS sin escribir. No os miento si os digo que llevo todo el día planeando como escribir el post de hoy. A veces me despierto con la convicción y el compromiso de anotar en mi pequeña libreta Moleskine cualquier aspecto o anécdota del día que pueda inspirar mi post. Hoy ha sido uno de esos días aunque como siempre, al final ha llegado un punto en el que he olvidado anotar lo que pasaba por mi ahuevada cabeza.

Me he levantado con un picor de garganta terrible. No exagero tampoco si os digo que por un momento he notado como las bacterias trabajaban en “okupar” la zona infectada. Temo que esto derive a faringitis. No hace falta trabajar en la OMS (Organización Mundial de la Salud) para diagnosticar las posibles causas de este constipado. La primera, el fuerte aire acondicionado que RENFE insiste en utilizar para torturarnos cada tarde o incluso cada mañana a las 7 (A.M!!!). La segunda causa puede haber sido el haber compartido material escolar con la compañera de la izquierda ya de por si enferma. Mi diagnóstico final es que ha sido una combinación de las dos reforzadas por un golpe de mal karma al reírme de la voz nasal de la chica.


Siempre que me pica la garganta, bebo algún líquido porque me alivia el dolor. Por esa razón esta mañana me he esmerado muchísimo en hacer mi famoso Colacao al estilo Cacaolat. Muchos no saben qué es el Cacaolat y yo os ilustro con ello porque es una bebida de aztecas capitalistas creada por catalanes.


El Colacao ha sido lo único que me ha salido bien en ese desayuno. Una de las mitades del pan se me ha chamuscado y en la nevera solo quedaba mermelada suficiente para una de las mitades. Así pues, me he arriesgado con la mermelada Diet de melocotón. Menuda aberración hacia las mermeladas del mundo. Una mermelada, no puede ser Diet (o light para los antiguos). La mermelada ha de llevar kilos y kilos de azúcar porque su propio nombre dice que esta ha de ser dulce. No lo digo yo, lo dice mi querida amiga Wikipedia quien dice que el nombre viene de la “miel” y la “manzana”. No sé qué miel coméis vosotros, pero la miel que yo utilizo para comer con queso es DULCE y la mermelada de melocotón Diet (de la marca Hero) no es para nada Dulce. De hecho el aspecto es como el de unos pedazos de carne despellejados y congelados bajo el frio polar finés.

Afortunadamente, como soy una persona paciente, he reservado la otra mitad del pan que había untado con esa riquísima mermelada de melocotón de La Vieja Fábrica. Combinando esa otra mitad con mi estupendo y chocolateado Colacao, mis niveles de dopamina y serotonina se han visto compensados e incluso han conseguido repuntar el lamentable efecto de la mermelada Diet de Hero. Os acabáis de buscar un enemigo.

Ha sido mientras me cepillaba los dientes en el balcón cuando me he acordado de anotar mi enfado con la mermelada Diet en la libreta. Sí, a veces salgo al balcón a lavarme los dientes. Es un momento de paz y tranquilidad que tengo. A la hora que me levanto no hay nadie en la calle y puedo buscar aquellos rincones o ventanas en los que también hay vida. También utilizo ese momento para hacer un diagnóstico previo del clima matutino (que en nada se parece al clima diurno). Entonces decido si llevaré una camisa de cuadros, una pequeña chaqueta de entretiempo o si directamente podré ir en manga corta.  

Creo que una vez os comenté que tengo poca tolerancia a la gente “pava”. Esa gente con pensamientos sobre algo que lleva existiendo desde antes de que hayas nacido incluso tú. Esta semana he tenido que compartir asiento con una de estas personas. No quiero tampoco exagerar. No es horrible ni enfermizo compartir asiento con esa persona. 

Afortunadamente a esas horas habla poco y su Nivel de Pavoneo (NP para los entendidos) es bajo. El otro día preguntó en voz alta cómo podía comprobar el correo de Gmail. A punto estuve de coger el martillo de emergencia, romper el cristal y coger el siguiente tren.

Mientras os escribo esto, hago un esfuerzo por gestionar el goteo de mis “moquitos”. Hoy ya he gastado un primer pañuelo. Puede que si me quedo en la calle toda la noche se me forme una estalactita en la nariz. ¿Os imagináis lo ridículo que sería ir a clase con una de esas estalactitas en la nariz?.

Doy así por inaugurada la temporada de moqueo Fall/Winter. Yo sin embargo, estoy más pendiente de escribir que de cenar. Sobre la mesa de la cocina, una mesa blanca que lleva allí desde que tengo memoria, me espera un estupendo trozo de tortilla de patatas poco hecha. Y yo prefiero estar aquí, escribiendo para vosotros y hacer esperar a la melosa tortilla. La que se hace llamar mi fan número uno ha expresado su deseo a leerme cuanto antes. Le sacaron está foto en exclusiva a Sara  para la revista ¡Kaixo!

Mi fan número uno posando para las cámaras de ETB en Artxanda

Por último, quiero comentar que mi enfado sobre la mermelada Diet de Hero no va hacia los que la consumen sino contra los que la hacen. Me enfada porque han cometido un sacrilegio sobre el nombre de la dulce y riquísima mermelada.

¿Qué opináis de los productos Diet (o light) que alteran el mismo concepto del producto? ¿También estáis resfriados?


Besos para todos y todas.

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