jueves, 11 de septiembre de 2014

Y ahora le toca al ajedrez

De pequeño mi padre nunca me intentó inculcar ningún tipo de afición. Es más muchas veces para él, cualquier cosa que requiriera comprar algo o una inversión en tiempo, era una chorrada. Volar una cometa era una chorrada; hacer un puzle era una chorrada y así hasta incluso los deportes. Ha sido durante estos últimos años, con la cabeza mucho más amueblada cuando he comenzado a sentir interés por diferentes actividades que no fueran: salir con los amigos, ir de fiesta, navegar por internet o ver la tele. Hace cuatro años por ejemplo, comencé a interesarme por la simulación aérea o leer blogs de Erasmus (así fue como acabé creando el mío) y viajes (lo que despertó aún más mi sed viajera). Después comencé a leer más y me aficioné también con las series. Me fui a estudiar al extranjero y conocí a más gente curiosa como yo. Me comencé a interesar por la actualidad geopolítica y económica.  Entonces volví a casa y llegamos hasta aquí, el blogging.

Hace unos meses mientras ayudaba a mi madre en la cocina estuve escuchando a un tipo en la radio, un tal Leontxo, un periodista especializado en el ajedrez. Sí, hay gente especializada en eso. Al parecer el tipo también es jugador de ajedrez y actualmente enseña a jugar a niños. Durante su aparición en radio, estuvo hablando de los numerosos beneficios que tiene este juego (aparentemente para nerds) en la mente tanto de niños como de adultos. Durante la tarde de ese mismo día, estuve haciendo un poco de investigación para leer un poco más sobre los beneficios de los que hablaba y entonces llegué a una única conclusión: ¿Por qué no había aprendido antes a jugar al ajedrez?

¿Deberíamos jugar todos al ajedrez? Pues probablemente sí. Si lo que quieres es mejorar tu rendimiento tanto en tu vida diaria como en la profesional o académica. El ajedrez tiene numerosos beneficios en aspectos tan claves como la estrategia, la planificación o el análisis.

Para empezar, este juego te hace más listo. No lo digo yo, lo dicen varios expertos los cuales no os aburriré en mencionar pero si os aburriré resumiendo qué dicen. Según estos tipos de bata blanca, aquellos que participaron en sus inocentes estudios mejoraron en campos como la lectura, la creatividad, la toma de decisiones bajo presión, la memoria o las matemáticas. Las notas de estos estudiantes mejoraron así como las decisiones que tomaban. Así pues, si juegas al ajedrez, es muy probable que tus probabilidades de aprobar historia aumenten. Por otro lado, el ajedrez no solo tiene beneficios a nivel intelectual, sino que también los tiene a nivel de salud mental. Si mi amigo José hubiera sabido, que al igual que el té verde, el ajedrez también ayuda contra el Alzheimer, probablemente ahora mismo estaría jugando a él.

Sin embargo, lo que más ha hecho llamar mi atención por este juego, es la basta relación que tiene con la planificación, el análisis de problemas, el razonamiento o la toma de decisiones bajo presión. Habilidades muy relacionadas con mis estudios.

Lo único que sé, es que hay piezas blancas y negras ¿Cómo empiezo?

¿Quién no ha pensado (o mejor, aún piensa) que el ajedrez es un juego súper nerd? Hasta yo lo pensaba durante esa época tan insegura que es la adolescencia. De pequeño mi madre me regaló un tablero de ajedrez (o quizás fue mi tío, no lo recuerdo demasiado bien) y jugué durante un tiempo. También me regaló un libro de ajedrez para niños (Jaque mate en la ciudad del ajedrez de Piers Harper) pero jamás me lo acabé de leer. Nunca he jugado demasiado bien, más bien, he de reconocer que no se jugar y mi estrategia de atacar únicamente por el extremo derecho o izquierdo debe ser pésima.

Esta mañana, después de casi una hora de investigación matinal en busca de un libro con el que poder iniciarse en este deporte, he dado con uno y solo uno. Solo quiero hablar de uno porque a la gente no le gusta tener que coger un poco de aquí y un poco de allá. He estado leyendo un montón de discusiones en blogs de ajedrez, clubs de ajedrez y un montón de páginas que acaban en ajedrez. ¿Al final sabéis con qué me he quedado? Con Yahoo Answers: Tratado General del Ajedrez. I: Rudimentos  de Roberto Grau. Es perfecto. No tiene misterios y si queréis empezar como voy a empezar yo, este es el libro. Es claro, ameno, básico y lo importante: ENSEÑA. He leído un poco por encima y es la pera limonera. Antes continuar, he de decir que os he engañado. Un tratado tiene tomos y como tal, este tiene cuatro. De básico hasta avanzado. ¿Quién soy yo para considerar si un tomo es básico o avanzado? Pues nadie, pero lo hago. Por orden de tomos: Rudimentos, táctica, conformación de peones y estrategia superior.




Aprender a jugar al ajedrez mediante la lectura puede parecer a algunos tan aburrido como aprender a cocinar con un libro de recetas. Una imagen vale más que mil palabras y por esa razón tengo un Plan B. Después de investigar un poco más más sobre Leontxo, descubrí que era (y es) un crack del ajedrez que en la actualidad analiza y comenta las partidas de ajedrez de todo el mundo. De casualidad encontré una serie suya dedicada a enseñar este deporte y debo decir que lo explica genial. No os asustéis por la calidad de la imagen estilo cinta de orientación de la Iniciativa Dharma, es así.




Puede que 21 años sea un poco tarde para iniciarme en el ajedrez pero supongo que nunca es tarde para empezar si lo que uno quiere es conseguir sus beneficios.
Esta ha sido mi primera semana (y última) de vacaciones antes de empezar la universidad. Estoy satisfecho con la productividad que le estoy sacando. A día de hoy, estoy al día con mi circulo blogueril; estoy listo para afrontar mis desafíos académicos y profesionales y he comenzado la odisea tarea de conseguir una empresa que me quiera para hacer prácticas ya sea en Bilbao como en Barcelona. Este fin de semana además, voy a participar de voluntario en una carrera solidaria. Ahí es ná.


Ayer tomando algo con mis amigos, me dijeron que desde que estoy con Sara, me ven más cercano y afable.  

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